El lobby es una de las actividades más desconocidas por gran parte de la sociedad y ,sin embargo, es una parte esencial de un sistema democrático. Aunque en algunas ocasiones se cuestione las formas y los límites éticos que se traspasan para lograr los fines propuestos.
Estos límites son el centro de la película que desde Agora Public Affairs recomendamos este mes, Miss Sloane (Sola contra el poder), una historia en la que se inicia un extenso debate sobre cómo se desarrolla una buena estrategia de lobby, cuál es el precio que hay que pagar por hacer cualquier cosa para ganar y en qué lugar quedan los límites legales y éticos que acompañan a esta actividad en cualquier país del mundo.
La reputada lobista Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) deja de trabajar en una de las principales firmas de lobby de Washington DC para liderar la campaña del lobby antiarmamentístico con un grupo independiente, con el objetivo de conseguir una regulación para la industria de las armas en EEUU que delimite quién las puede comprar estableciendo un control de antecedentes médicos y penales. Pero para lograrlo, Sloane pone en riesgo su carrera, la de alguno de sus compañeros y su reputación.