En 2008, el éxito de la campaña en redes sociales del ahora ex Presidente Barack Obama supuso un cambio en las estrategias de comunicación electoral de todo el mundo. Desde entonces Facebook, Twitter y el resto de redes que han ido surgiendo en los últimos años, se han convertido en parte esencial de los planes de comunicación política, sin embargo, casi una década después, todavía se siguen cometiendo algunos errores que se pueden evitar y corregir con una buena planificación.
Estos son los cinco errores a evitar en redes durante la campaña:
- Comprar seguidores: con los años ya no es tan complicado comprobar qué políticos tienen entre sus miles de seguidores followers falsos o fakes. Herramientas como Twitter Audit o Status People no son cien por cien precisas pero ofrecen una estimación bastante acertada de cuántos seguidores son comprados. Un escenario que no aporta credibilidad a los candidatos, además de dañar su reputación.
Entre los principales candidatos a las elecciones legislativas en Argentina del mes de octubre, de acuerdo a los datos de Twitter Audit, Martín Lousteau y Cristina Fernández de Kirchner son los que más seguidores falsos acumulan en Twitter (un 54% y 44%, respectivamente). Florencio Randazzo y Sergio Massa tienen un 37% y 35% de fakes entre sus followers y en el caso de Elisa Carrió la cifra se reduce hasta el 17%.
- No usar el lenguaje propio de las redes: con la experiencia de los años esta cuestión va mejorando pero algunos políticos siguen sin diferenciar que no se habla en el mismo tono y con el mismo lenguaje en Twitter, en Facebook o en un meeting. Las redes están parar informar, para generar cercanía con los votantes y para interactuar con ellos. Pero hay que hacerlo acomodándose a cada herramienta. No es lo mismo publicar un mensaje de Twitter (limitado a 140 caracteres) que una nota en Facebook (donde la extensión es ilimitada) o una foto en Instagram (donde el texto no tiene tanta importancia como la foto).
- Usar los perfiles del candidato como si fuera el de prensa o el partido: una de las virtudes de las redes sociales es que acercan a políticos, famosos o deportistas a los ciudadanos. Utilizar el perfil personal de un candidato para publicar mensajes del partido, gacetillas de prensa y convocatorias no es lo más recomendable, para ello es mejor crear una cuenta propia para “prensa”. Los seguidores buscan contenido, saber qué están haciendo los candidatos o cuáles son sus ideas. Pero no hay que tratarles como si fueran todos periodistas que van a replicar en los medios lo que digamos.
- Aparecer en redes solo durante la campaña: con el uso cada vez más normalizado de las redes, este error ya no está tan extendido pero sigue habiendo casos. Usar las redes sociales desde el día que se presentan las listas hasta el día después de la elección es un gran error porque los usuarios lo notan y el impacto positivo que se quiere conseguir usando las redes para comunicar, se revierte.
- No salir del tándem Twitter y Facebook: si bien siguen siendo las redes sociales con mayor número de usuarios activos en todo el mundo, no son las únicas. Instagram, Periscope, YouTube o Telegram ofrecen nuevas formas de comunicación con los ciudadanos y, según qué se quiera transmitir, pueden llegar a ser más efectivas. A la hora de elegir en qué redes sociales se está habrá que tener en cuenta quién es el público objetivo (sobre todo considerar su edad) y qué tipo de mensaje se va a transmitir con mayor frecuencia (texto, foto, vídeo, etc.).